lunes, 3 de diciembre de 2012

Senderos de Gloria. Standley Kubrick (1957)

Aquí os dejo una selección de escenas de la impresionante película antibelicista/antimilitarista dirigida por el maestro Stanley Kubrick 



domingo, 2 de diciembre de 2012

DICKENS (1812-1870) Y LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL: TIEMPOS DIFÍCILES


  Charles Dickens (1812-1870), es uno de los novelistas más conocidos y valorados de toda la literatura universal. En sus novelas, fue capaz de mezclar la aguda crítica social con el humor y la ironía y de crear personajes magistrales a los que describía con tal maestría que los dotaba de una personalidad casi real.  Su nombre evoca tiernas postales navideñas pero también lúgubres hospicios y retratos del Londres victoriano más injusto . Él desveló en su obra las desigualdades sociales de la que era por entonces capital del mundo, consiguiendo con su denuncia convertirse en uno de los mayores  autores de bestséllers de la historia de la literatura.

    Fue uno de los escritores más leídos ya en su época y se erigió en una celebridad pese a sus humildes orígenes (nace en Portsmouth, Inglaterra, en el seno de una familia de clase media-baja). Su traumática infancia (el encarcelamiento de su padre lo obligó a trabajar desde muy pequeño en una fábrica de betún) y su parca formación de autodidacta –sólo acudiría al colegio a partir de los nueve años– no le impidieron consagrarse entre los grandes. Con veintisiete años, era  el novelista más popular y reconocido de Inglaterra. 
     Entre sus obras más conocidas se encuentran, “ Los papeles del club Pickwick”, “Canción de Navidad”,  “David Copperfield”, “La pequeña Dorrit”, “Grandes esperanzas”, “Oliver Twist”, “La tienda de antigüedades”, Tiempos difíciles, “Historia de dos ciudades” y su última novela,“El misterio de Edwin Drood”, que quedó incompleta.
    
     Podemos rastrear la sociedad industrial inglesa de la época en numerosas novelas. Su infancia, en la que se va a ver obligado a trabajar en una fábrica de betún, se va a ver reflejada en novelas como David Copperfield, su primer gran éxito, pero también el pequeño Pip de Grandes esperanzas, o el oprimido Oliver Twist .Todos son el pequeño Dickens: tres protagonistas, tres niños desamparados obligados a vivir privados de una justa infancia. 
     Más tarde, utilizando el humor y su dominio de la sátira, Dickens consigue en Tiempos difíciles (1854) denunciar el trato dispensado por los empresarios a los trabajadores, considerados meras manos, en plena revolución industrial, prescindibles apéndices de las máquinas que manejaban. Es esta novela la que mejor expone el salvajismo y miserias de revolución industrial. Se describe perfectamente la fisonomía de la ciudad industrial, el trabajo infantil, clases sociales como la burguesía o el proletariado, etc.

    Aquí dejo un fragmento de la novela Tiempos Difíciles donde se describe, Coketown, una típica -aunque ficticia- ciudad industrial victoriana:

 "...Era una ciudad de ladrillo rojo, es decir, de ladrillo que habría sido rojo si el humo y la ceniza se lo hubiesen consentido; como no era así, la ciudad tenía un extraño color rojinegro, parecido al que usan los salvajes para embadurnarse la cara. Era una ciudad de máquinas y de altas chimeneas, por las que salían interminables serpientes de humo que no acababan nunca de desenroscarse, a pesar de salir y salir sin interrupción. Pasaban por la ciudad un negro canal y un río de aguas teñidas de púrpura maloliente; tenía también grandes bloques de edificios llenos de ventanas, y en cuyo interior resonaba todo el día un continuo traqueteo y temblor yen el que el émbolo de la máquina de vapor subía y bajaba con monotonía, lo mismo que la cabeza de un elefante enloquecido de melancolía. Contenía la ciudad varias calles anchas, todas muy parecidas, además de muchas calles estrechas que se parecían entre sí todavía más que las grandes; estaban habitadas por gentes que también se parecían entre sí, que entraban y salían de sus casas a idénticas horas, levantando en el suelo idénticos ruidos de pasos, que se encaminaban hacia idéntica ocupación y para las que cada día era idéntico al de ayer y al de mañana y cada año era una repetición del anterior y del siguiente...".



BREVE PRESENTACIÓN DE LA VIDA DE DICKENS CON UNA MÚSICA ESPECTACULAR

"River Flows in you" (Yiruma)


CHARLES DICKENS. La Rosa de los Vientos. Pasajes de la Historia. Juan Antonio Cebrián 

LA REVOLUCIÓN FRANCESA: EL CALENDARIO REPUBLICANO (1793-1806 )



   En 1792, la Revolución Francesa estaba gravemente amenazada. Tras meses de inestabilidad, amenazada por revueltas en el país y por ejércitos extranjeros que atacaban a Francia desde todas las fronteras, los Jacobinos dieron un golpe y se hicieron con el control de la Asamblea Legislativa. El 20 de septiembre de 1792, la primera asamblea elegida por sufragio universal masculino, la Convención Nacional, celebró su primera sesión. Se abolió la monarquía y se aprobó una Constitución profundamente liberal, aunque nunca entró en vigor debido al constante estado de excepción del gobierno jacobino. Además, los Jacobinos se decidieron a eliminar todo aquello que se considerara "viejo", "irracional" y "no revolucionario". Es comprensible así que bajo esas circunstancias, el calendario, algo creado por un Papa, con cada día dedicado a uno o varios santos, y que seguía normas irracionales, con meses irregulares, semanas de siete días que no encajaban en los meses... fue pronto considerado algo que se tenía que reformar. El Comité de Instrucción Pública creó un subcomité formado por matemáticos, astrónomos y poetas encargado de crear un nuevo calendario. La estructura y normas del calendario fueron definidas por el político Charles Gilbert Romme, mientras que el poeta Fabre d'Églantine inventó los nombres de los meses.

       Era un calendario poético, que recogía los ideales con los que había nacido la revolución,  y lo vinculaba con la naturaleza. Seguía manteniendo un año de 365 días, algo que era lógico, y lo que se modificó fueron los meses, las semanas, y el inicio del año.

    Este calendario fue oficial de 1793, año en que fue aprobado, a 1806, cuando Napoleón lo abolió, puesto que era también una forma de reconciliarse con la Iglesia, devolviendo las fiestas eclesiásticas que habían sido abolidas durante el periodo republicano.
     Los años se empezaban a contar a partir del día de la proclamación de la I República francesa, esto es, el 22 de septiembre de 1792, que coincidía, además, con el equinoccio de otoño. Ese era el día, el 1 de Vendimiario, en que comenzaba el año nuevo francés, durante los años en que estuvo en vigor.

    El año se dividía en doce meses, cada uno de treinta días. A cada mes se le dio un nombre poético, que tenía que ver con las estaciones y las tareas del campo: Vendimiario (del 21 de septiembre al 21 de octubre), Brumario (del 22 de octubre al 20 de noviembre), Frimario (del 21 de noviembre al 20 de diciembre), Nivoso (del 21 de diciembre al 19 de enero), Pluvioso (del 20 de enero al 18 de febrero), Ventoso (del 19 de febrero al 20 de marzo), Germinal (del 21 de marzo al 19 de abril), Floreal (del 20 de abril al 19 de mayo), Pradial (del 20 de mayo al 18 de junio), Mesidor (del 19 de junio al 18 de julio), Termidor (del 19 de julio al 17 de agosto) y Fructidor (del 18 de agosto al 16 de septiembre). Por tanto, de aquí vienen los famosos golpes de Estado de Termidor, que puso fin al terror, y el de Brumario que dio el consulado a Napoleón, así como también el de las protestas de Germinal y Pradial, que se oponían al aumento de los precios.





  • Otoño:
  • Vendémiaire (o Vendimiario, del latín vindemia, "vendimia")
  • Brumaire (o Brumario, del francés brume, "bruma")
  • Frimaire (o Frimario, del francés frimas, "escarcha")
  • Invierno:
  • Nivôse (o Nivoso, del latín nivosus, "nevado")
  • Pluviôse (o Pluvioso, del latín pluviosus, "lluvioso")
  • Ventôse (o Ventoso, del latín ventosus)
  • Primavera:
  • Germinal (del latín germen, "semilla")
  • Floréal (del latín flos, "flor")
  • Prairial (o Pradial, del francés prairie, "pradera")
  • Verano:
  • Messidor (o Mesidor, del latín messis, "cosecha")
  • Thermidor (o Termidor, del griego thermos, "caliente")
  • Fructidor (del latín fructus, "fruto")


    Si cada mes tenía treinta días, daba una suma al año de 360. Es por ello que se completaba el año con cinco días sueltos, que se ponían al final de éste, o seis días, si se trataba de un bisiesto. Estos días complementarios, también conocidos como Sans culottides, los cuales eran días festivos, eran: Virtud (Fête de la Vertu), Genio (Fête du Génie), Trabajo (Fête du Travail), Opinión (Fête de l’Opinion), Recompensas (Fête des Récompenses). Correspondían con los días del 17 al 21 de septiembre. Cada cuatro años, correspondiendo con el año bisiesto, se añadía después del día de Recompensas, el día de la Gran fiesta de la Revolución (Fête de la Révolution).
    Por otra parte, cada mes de treinta días se dividió en periodos de diez días, a modo de semanas, el cual recibió el nombre de década, lo que recuerda, en parte, al antiguo calendario egipcio. Cada día de la década recibía un nombre ordinal: primidí, duodí, tridí, quaterdí, sextidí, septidí, octidí, novidí, decadí. Éste ultimo día era fiesta, emulando al antiguo domingo. Además, como se suprimieron los santos eclesiásticos, a cada día del año se lo vinculó con un animal, especia o planta.
    El calendario estuvo en vigor poco tiempo, del 22 de septiembre de 1792 al 1 de enero de 1806. Pese a ello, su uso fue poco corriente, la mayor parte de la población siguieron usando y guiándose por el calendario gregoriano, en especial las décadas fueron poco aceptadas, y la mayor parte del campesinado siguió usando la semana, ya que mediante este sistema se trabajan seis días, y se descansaba uno, y mediante la década, se trabajaban nueve y se descansaba uno, aunque la suma total de fiestas entre el año calendario y gregoriano daba un número similar.


Fuentes: José Luís Trujillo Rodríguez