domingo, 31 de marzo de 2013

LA INSTITUCIÓN LIBRE DE ENSEÑANZA (ILE)


La Institución Libre de Enseñanza o ILE fue un famoso intento pedagógico que se realizó en España, inspirado en la filosofía de Karl Christian Friedrich Krause (Krausismo) que tuvo una repercusión excepcional en la vida intelectual de la nación, en la que desempeñó una labor fundamental de renovación. Fue fundada en 1876 por un grupo de catedráticos (Francisco Giner de los RíosGumersindo de AzcárateTeodoro Sainz Rueda y Nicolás Salmerón, entre otros) separados de la Universidad Central de Madrid por defender la libertad de cátedra y negarse a ajustar sus enseñanzas a cualquier dogma oficial en materia religiosa, política o moral.
En consecuencia, tuvieron que proseguir su labor educativa al margen del Estado creando un establecimiento educativo privado laico, que empezó en primer lugar por la enseñanza universitaria y después se extendió a la educación primaria y secundaria.
Apoyaron el proyecto los intelectuales más progresistas del país: Joaquín CostaAugusto González de LinaresHermenegildo Giner,Federico Rubio y otras personalidades comprometidas en la renovación educativa, cultural y social.

Las Misiones Pedagógicas


Las Misiones Pedagógicas fueron un proyecto educativo español patrocinado por el Gobierno de la Segunda República Española a partir del Museo Pedagógico Nacional, centro de investigación pedagógica, e inspirado en la filosofía de la Institución Libre de Enseñanza. Fueron fundadas en 1931 y finalizaron con el comienzo de la guerra civil en 1936.
Debido a la mala situación educativa de España en comparación con otros países europeos, a la alta tasa de analfabetismo -en torno al 44%- localizada principalmente en el ámbito rural, y a la voluntad del Gobierno de la Segunda República por mejorar esta situación, se crean y desarrollan las llamadas "Misiones pedagógicas". Siendo Presidente Niceto Alcalá-Zamora y Ministro de Instrucción Pública Marcelino Domingo, el 29 de mayo de 1931, se creó por Decreto el Patronato de Misiones Pedagógicas con el encargo de «difundir la cultura general, la moderna orientación docente y la educación ciudadana en aldeas, villas y lugares, con especial atención a los intereses espirituales de la población rural».
Dependía del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes y estaba dirigido por una Comisión Central, cuya sede se encontraba en el Museo Pedagógico. Este Museo, que había comenzado a funcionar en 1884 como centro de investigación muy vinculado -tanto por sus colaboradores como por su tarea- con la Institución Libre de Enseñanza, se convirtió en pieza fundamental del proceso de renovación de la Enseñanza Pública que culminaría en los años de la Segunda República. Ya en 1881 Francisco Giner había propuesto una serie de medidas para la reforma de la institución pública que incluían la idea de las Misiones. En ellas Giner sugería la creación de unas Misiones Ambulantes que incluían los servicios que luego ofrecerían las Misiones Pedagógicas: el servicio de biblioteca, el museo del pueblo, el cine, el coro y el teatro del pueblo, con su sección de música y su retablo de fantoches.
Entre los días 17 y 25 de diciembre de 1931 se realizó la primera de esas Misiones Pedagógicas en la localidad segoviana de Ayllón.
El Patronato de las Misiones Pedagógicas fue presidido inicialmente por Manuel Bartolomé Cossío y la Comisión Central estaba formada, entre otros, por el Director del Museo Pedagógico (que actuaba como Vicepresidente) Rodolfo LlopisMarcelino Pascua,Jorge GuillénGerardo DiegoÓscar EspláÁngel Llorca y Luis Álvarez Santullano (que ejercía de Secretario).
Los verdaderos protagonistas de estas misiones fueron los habitantes de los pueblos y aldeas donde llegaron, además de los que colaboraron en ellas como maestros, actores, escritores, figurinistas, pintores, etc. Entre ellos, destacó como director del grupo de teatro de las Misiones el dramaturgo Alejandro Casona.

martes, 5 de marzo de 2013

Leni Riefenstahl. El ojo de Hitler

Helene Bertha Amalie «Leni» Riefenstahl (Berlín22 de agosto de 1902 – Pöcking,Baviera8 de septiembre de 2003) fue una actrizfotografa y cineasta alemana, célebre por sus talentosas producciones propagandísticas del régimen de la Alemania nazi.

Relación con el nazismo

En ese mismo año escuchó a Adolf Hitler en un mitin y le ofreció todo su talento y colaboración. A través de Rudolf Hess, Hitler le ofreció filmar la concentración delPartido Nazi en el Campo Zeppelín de Núremberg en 1933 ya que el dictador se había quedado muy impresionado con el primer trabajo de Leni como directora cinematográfica con La Luz Azul, (1932). Riefenstahl aceptó la propuesta y realizó lo que hoy se conoce como La Trilogía de Núremberg, uno de los documentales político-propagandísticos más efectivos jamás filmado, formada por:
En esta etapa, Reifenstahl trabajó con el camarógrafo Walter Frentz en un codo a codo, Frentz apoyó entusiastamente a la cineasta con tomas artísticas muy logradas. Frentz acompañaría a Leni Riefenstahl hasta 1938, época en la cual Joseph Goebbels asigna a Frentz como camarógrafo oficial de Hitler asimilándolo a la Luftwaffe.
Su siguiente obra importante como directora fue el megadocumental de más de cuatro horas de duración Olympia (Parte I Festival de las Naciones y Parte II Festival de la belleza, 1938), en la que filmó los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, conocidos como las Olimpiadas de Hitler. Verdadero hito cinematográfico ya que nunca antes se habían filmado unos JJ. OO. Sobre este film pesa la controversia de ser también un trabajo propagandistico a favor del régimen nazi, debido a su alto contenido político. Aun así, cabe destacar los peculiares enfoques en los detalles instantáneos del movimiento, las tomas en cámara lenta (hoy en día, sus técnicas de tomas en movimiento son muy usadas) además de introducir avances técnicos y de producción utilizados por Riefenstahl en estos trabajos, ya que fue pionera en la utilización de medios y formas de rodaje y post-producción muy comunes hoy día en las producciones audiovisuales, pero indudablemente innovadores en la época.
Leni Riefienstahl obtuvo del régimen nazi toda clase recursos económicos y técnicos y un fuerte apoyo como cineasta, gozó no solo de poder acceder al cercano al círculo de amistades de Hitler; sino que también de muchas garantías y excepciones a diferencia de otros cineastas alemanes de la época.1 En 1938, ya con una gran fama precedente como cineasta del nazismo, Hollywood la invitó para promover la película Olympia; sin embargo, la persecución a los judíos en Alemania la perjudicó notablemente en sus objetivos cuando estaba recién llegada a los Estados Unidos. A pesar de que muchos críticos que vieron en privado el film, declararon que era una obra de arte y que no un apostolado del nazismo, no la apoyaron debido a presiones de la una liga antinazi muy poderosa en los medios estadounidenses.
Aun así intentando no perder el viaje, pudo entrevistarse privadamente con Walt Disney; pero este, cortésmente, rechazó ser su aval ante los ejecutivos de Hollywood por diferencia de convicciones políticas no acordes con el pensamiento político convencional norteamericano. Más tarde, Disney negó haber tenido contacto alguno con Riefenstahl.2
Riefenstahl y Himmler en Núremberg.
Leni, trabajadora incansable colaboró en algunos aspectos con Albert Speer, cuando era uno de los arquitectos en el régimen nazi, en la creación de la famosa Catedral de luz, Riefenstahl llegó a tener una relación profesional y de amistad muy cercana a Speer. Poseedora de una figura y belleza excepcionales, su figura fue tipificada y caricaturizada como el tipo de mujer fatal del régimen nazi en muchas cintas de dibujos animados y filmaciones norteamericanas de la época, cosa que ella rechazaba.
Riefenstahl con miembros de la Wehrmacht en 1939 usando uniforme paramilitar, pistola en la espalda y una condecoración nazi.
Si bien Leni Riefenstahl posteriormente arguyó ser simpatizante de Hitler en sus inicios, progresivamente fue distanciándose de la figura del gobernante. Negó haber sido además amante de Hitler, era amiga de Rudolf Hess y amiga personal de Albert Speer y se estableció una profunda animadversión mutua con Joseph Goebbels. En 1938, Leni Riefenstahl se casó con un oficial de la Wehrmacht llamado Peter Jacob. Durante la guerra, perdió a su hermano Heinz Reifenstahl en el frente oriental. Su padre, Alfred Riefenstahl moriría el 20 de julio de 1944afectado por un cáncer, el mismo día del atentado contra Hitler.
Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, Leni Riefenstahl tuvo problemas en su vida privada por persecuciones del régimen francés que la dejaron en la miseria económica, su matrimonio fracasó. En efecto, el gobierno francés se empeñó en enjuiciarla por su vínculo con los dignatarios del nazismo confiscándole todos sus bienes. Incluso se le llegó a recluir en un manicomio como medio para desnazificarla. Riefenstahl rechazó estar vinculada con el régimen nazi, aduciendo que sus filmes y trabajos sólo habían sido producto de un servicio profesional contratado y que ella había cumplido de acuerdo con las directivas nazis (véase Joseph Goebbels, ministro de propaganda de Hitler), sin hacer una apología por convicciones personales.
Goebbels y Riefenstahl en 1938, después del estreno del film Olympia.
Sin embargo, estas apologías aún son objeto de controversia debido al alto grado de vinculación que tuvo con los altos círculos nazis, y es un hecho que ella nunca pudo desprenderse del estigma del Nazismo. También se la señaló como amante de Hitler, hecho que ella negó, limitándose a reconocer que el líder alemán la pretendió en alguna ocasión sin que ella aceptase (lo mismo ocurrió con Goebbels). Riefenstahl fue en un comienzo una negacionista ingenua del Holocausto, pero más tarde rechazó los horrores del nazismo. Finalmente, en 1948, fue eximida de culpabilidad y declarada solo como una simpatizante del nazismo; no obstante, el daño económico y moral ya estaba hecho. A partir de la década de 1950, Riefenstahl inició una nueva y estimulante etapa profesional, esta vez como fotógrafa. A finales de la década siguiente produjo una detallada y bella documentación fotográfica sobre un pueblo africano, los Nuba, y en años posteriores realizó varias producciones sobre la vida submarina. Su estilo fue imitado por varios fotógrafos de revistas de gran tirada.
Aun en su senectud, Leni desarrolló una gran actividad en pro de su arte, llegando a sufrir un grave accidente que le dejó con problemas dorsales y en la cadera (sobrevivió a la caída de un helicóptero). Riefenstahl falleció a los 101 años en su casa de Poecking, a la orilla del Danubio en la barcaza vivienda, «Starnberger See», en Baviera. La cineasta, que padecía cáncer y problemas dorsales, falleció mientras dormía, tras un progresivo deterioro de su salud.

Interesante artículo sobre Leni Riefensthal


Selección de textos, mapas y gráficas del periodo de entreguerras

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Jesse Owen. El atleta negro que enfureció a Hitler

Ocurrió el 25 de mayo de 1935. Ese fue el día en el que Jesse Owens dejaba de ser un joven y desconocido atleta negro que trabajaba en una gasolinera, y cursaba segundo en el instituto, para convertirse en una estrella mundial del atletismo.
En tan sólo 45 minutos batía cuatro records mundiales durante una competición estatal celebrada en Michigan. Y lo hacía descansando sólo entre nueve y 15 minutos entre prueba y prueba: 100 metros lisos (9,4 segundos), salto de longitud (8,13 metros), 220 yardas (20,3 segundos) y 220 yardas vallas (22,6 segundos), convirtiéndose en la primera persona que bajaba de los 23 segundos en esta última prueba.
Este acontecimiento, considerado por muchos como una de las más grandes proezas del atletismo de todos los tiempos, fue el paso previo que sirivió a Owens para lanzarse a la conquista de los Juegos Olímpicos de Berlín, donde, a besa de medallas, desacreditaría las teorías de un Hitler que quería demostrar con aquella cita mundial la supremacía aria.
Owens, que en 1935 tenía 22 años, llegó a su primera carrera en Michigan con un fuerte dolor de espalda que venía arrastrando desde hacía tres semanas. Pero estaba acostumbrado a sufrir.
Owens, al borde de la muerte. Desde pequeño lucía un cuerpo raquítico y era propenso a la enfermedad. «Nadie hubiera dicho entonces que aquel muchachito enclenque y enfermizo, que a los siete años estuvo al borde de la muerte por una neumonía, se convertiría andando los años en uno de los mejores atletas de todos los tiempos», contaba ABC con motivo de su muerte, el 31 de marzo de 1980.
Hasta que sus padres no se trasladaron a Ohio, el pequeño Jesse no había dejado de trabajar en el campo recolectando algodón.
Una vez en Ohio, Owens pudo cambiar el campo por la escuela y mejorar su alimentación, pero aún conservaba su cuerpo enclenque. A raíz de eso, sus compañeros de clase le aparataban de los juegos y él, para no aburrirse, se dedicaba a dar vueltas y más vueltas al campo de beisbol.
El deporte, una vía de escape. Cuando su profesor de gimnasia, Charles Ripley, le vio correr, le dijo: «Dentro de unos años serás el mejor atleta del mundo». Y no se equivocó. Jesse había encontrado en el deporte una válvula de escape a su condición de negro, que tantos problemas conllevaba en Estados Unidos por aquel entonces.
Por eso, cuando llegó a Ann Arbor, aquel dolor de espalda no mermó sus ganas infinitas de competición y de olvidarse de los trabajos que tenía que realizar por aquellos años para llevar dinero a una familia pobre de 8 hermanos.
Jesse Owens, el atleta negro que enfureció a Hitler
Jesse Owens trabajando en la gasolinera en 1935 | The New York Times/Getty Images
La actuación de aquel día le valió a Jesse el sobrenombre de «El antílope de ébano» y una plaza en los Juegos Olímpicos de Berlín. Hitler, que sabía que el mundo le miraba, quiso demostrar que los arios eran una raza geneticamente mejor preparada que cualquier otra.Los primeros días, el führer se mostraba exultante de felicidad ante los triunfos alemanes, que aplaudía con estusiasmo.
Pero llegó el turno de aquel atleta negro y pobre que había sorprendido a todos un años antes. Una a una mientras aumentaba el cabreo del líder nazi, Owens consiguió cuatro medallas de oro, batiendo otros cuatro records mundiales.
El führer no aplaudía las medallas de Owens y sí las de los atletas blancos. Cuando un miembro del comité le advirtió de que sería conveniente de que aplaudiera a todos por igual o a ningún atleta, Hitler optó por no aplaudir a nadie.
Jesse Owens se convertía en el primer estadounidense en ganar cuatro medallas de oro en las mismas olimpiadas: 100 metros lisos, carrera de relevos de 4x100 metros, 200 metros lisos y salto de longitud, como reseñaba en un pequeño apéndice ABC en 1936 . Un record que no se volvió a ocurrir hasta la llegada de Carl Lewis.
Un Hitler enfurecido. En la entrega de la cuarta medalla de oro a Owens, Hitler, atónito y enfurecido, se limitó a abandonar el estadio, según cuentan, para no verse obligado a estrechar la mano del atleta negro. Owens siempre quitó hierro a esta anécdota histórica de la que dice que no se enteró.
«Cuando volví a mi país natal, después de todas las historias sobre Hitler, no pude viajar en la parte delantera del autobús. Volví a la puerta de atrás. No podía vivir donde quería. No fui invitado a estrechar la mano de Hitler, pero tampoco fui invitado a la Casa Blanca a dar la mano al Presidente», asegura sin embargo Jesse Owens años después.
Un Owens que, después de los juegos, tuvo además que volver a su trabajo de botones en el hotel Waldorf-Astoria, organizar espectáculos en los que corría contra caballos o lanzarse a montar una lavandería con un socio que terminó estafándole para seguir sacando a su familia adelante. Pincha este enlace para ver un video sobre este formidable atleta.



El Gran Dictador. Charles Chaplin.

El gran dictador (en inglés The Great Dictator) es una película estadounidense de1940 escrita, dirigida y protagonizada por el británico Charles Chaplin. Chaplin era el único cineasta en Hollywood que seguía realizando películas mudas cuando el sonido ya estaba plenamente implantado en el cine, y esta fue su primera película sonora y la de mayor éxito.
En el momento de su estreno, Estados Unidos todavía estaba en paz con la Alemania nazi, pero la película ya era una feroz y controvertida condena contra el nazismo, elfascismo, el antisemitismo y las dictaduras en general. En la película, Chaplin define a los nazis como "hombres-máquinas, con cerebros y corazones de máquinas".
Chaplin interpreta dos papeles, el del dictador Adenoid Hynkel (clara parodia de Adolf Hitler) y el del barbero judío. Este último guarda muchas similitudes con el personaje más famoso de Chaplin, el vagabundo Charlot. Aunque no se especifica si se trata de él o no, generalmente se considera que en esta película se produce la última aparición de Charlot. El largometraje recibió cinco nominaciones en la 13.ª edición de los Premios Óscar, sin embargo no ganó ninguno.